Alto a la corrupción
Si en nuestros países no tenemos políticos, policías, jueces, abogados y fiscales honestos, valerosos y eficientes, si
se rinden al crimen y a la corrupción están condenando al país a la ignominia más desesperante y atroz. Por otro lado, servirse
de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no
ya inmoral, sino criminal y abominable.
Lo anterior puede causar un aumento de la pobreza y el hambre, y esto a su vez, puede
desencadenar reacciones que conducen a formas muy dispares de violencia y a la corrupción desmedida.
Los peores males que
la humanidad haya tenido que soportar fueron infligidos por los
malos gobiernos.