JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD
Imperativo moral, ético y religioso.
Estamos plenamente en la celebración de uno de los más trascendentales eventos de la
Iglesia Católica; la Jornada Mundial de
la Juventud, el mismo que reúne a jóvenes de todo el mundo en un ambiente
religioso, de oración solidaridad y
camaradería y el cual se celebrará del
22 al 27 de enero del 2019 en Panamá. bajo la coordinación de la iglesia y su estructura
eclesiástica y al mancomunado y generoso apoyo del pueblo panameño.
En cada uno de éstos macro eventos,
el Papa Francisco postula que: los jóvenes del mundo claman por un cambio en
las estructuras sociales, políticas y religiosas, se preguntan; cómo es posible
que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente
y en los sufrimientos de los excluidos. Hoy, los jóvenes tienen una nueva
sensibilidad ecológica, un espíritu generoso, y algunos de ellos luchan
admirablemente por la defensa del ambiente, pero han crecido en un contexto de
altísimo niveles de consumo y bienestar que hace difícil el desarrollo de otros
hábitos.
En esa línea de pensamiento, podríamos colegir, que lo más importante que
la Jornada Mundial de la Juventud podría ofrecer a nuestro país, además claro está de la notable y Santa
presencia del Papa Francisco, la llegada a nuestro Istmo de una considerable “cantera de cuadros”, jóvenes (peregrinos) creyentes de nuestra américa, Europa y áfrica.
identificados con la palabra de la iglesia católica, con un determinado nivel
cultural, comprometidos con la transformación social de sus respectivos países y asimilado por alguno de nuestros
coterraneos como levadura moral para nuestro pueblo.
Los jóvenes de todos los pueblos, convocados
por el Papa Francisco, por primera vez
en Panamá, No pueden desconocer, dejar de estudiar, discutir, discernir, favorecer y asumir tal
imperativo de su revolucionario programa. Las preocupaciones que el Papa
tiene en el centro de su corazón son fundamentalmente, la trata de personas y
el cambio climático. El Papa ha solicitado afrontarlas a las Pontificias
Academias y a las Naciones Unidas. Para erradicar la primera y dar dignidad y
libertad a cada persona, es necesario erradicar la pobreza, educar a todos a
equilibrar el clima, empoderar a la mujer, proporcionar pan, agua y salud sin
excluir y asegurar un desarrollo humano
integral. En esto consiste el programa del sumo pontífice a través de “Laudato
si’ basada en la Encíclica Papal
para “proteger y preservar la riqueza
humana y ecológica de nuestra casa común”.
El Encuentro de la JMJ en Panamá es una ocasión única y extraordinaria para que los jóvenes tomen conciencia de la situación
actual de nuestra casa común y de las luces, sombras y llagas de la familia
humana, y se comprometan con discernimiento y responsabilidad a cumplir con el
imperativo programa del Papa Francisco.
Abrigamos la esperanza
de que la Jornada Mundial de la Juventud, contribuya en alguna medida a
transformar el pensamiento de nuestra juventud y a la creación de una
conciencia crítica que facilite e
incentive la lucha por salir del estado de letargo en la que se encuentran la
mayoría.
En conclusión, el programa del Papá Francisco es el nuevo imperativo moral, ético y religioso, como también el nuevo programa
para todo el mundo de la presente y futura generación.