MUERTE CÍVICA A LOS CORRUPTOS
(Loor a los mártires del 9 de enero)
Paralelo a la gesta heroica del 9 de enero de 1964, donde
como pueblo digno nos levantamos en una rebelión popular para exigir nuestra
auténtica y plena soberanía, decenas de miles de panameños se dieron
cita (54 años después) en un área determinada de la “cinta
costera” bajo la consigna; muerte cívica a los
corruptos.
Atendiendo el llamado de diferentes agrupaciones civiles, los que se
apersonaron a dicha manifestación con pancartas, carteles, pitos y
gritos de indignación, exigían la certeza del castigo para
todas aquellos funcionarios que se ven envueltos en actos de corrupción.
A vuelo de pájaro podemos colegir, que los que acudieron a la magna
concentración lo hicieron porque representaba un evento sincero y sin banderías
políticas, en contra de los actos reprochables de saqueo del erario,
amanecerá y veremos. Lo cierto es que durante el encuentro de miles
panameños se aprovechó para hacer “catarsis” para purificar las
pasiones del ánimo mediante lo que provoca la contemplación de una situación trágica e
imperdonable como la corrupción.
Se le emplazaba al Ministerio Público dar a conocer de una vez por todas
la lista de los funcionarios, exfuncionarios, políticos y empresarios que han
sido mencionados en estos escándalos y que a la fecha no se han visto
resultados concretos, en fin, su inacción frente la corrupción que se ha
viralizado en nuestro País.
Muerte cívica a los corruptos, Se trata de excluir de
manera permanente a todos los implicados, que sus empresas no puedan licitar
con el Estado, que los funcionarios que robaron y fueron condenados, no puedan
ejercer cargos públicos.
Estamos hastiados de la corrupción, estamos
cansados de que los políticos realicen cualquier tipo de artilugios para
conservar sus privilegios, robarle impune y descaradamente al país
sin importarle la miseria por la que pasa nuestro pueblo, la delincuencia
de “saco” y “corbata” en su estado más puro
en Panamá, se ha convertido en un insulto para nuestros mártires y
para las personas que hemos luchado y amamos esta tierra Istmeña.
Nuestro pueblo, esta despertando ya basta de los políticos corruptos,
hemos dicho “basta y echado a andar”, seamos ciudadanos
comprometidos con los cambios y ocupemos con responsabilidad y conciencia el
importante rol que nos corresponde.
En el marco de la histórica gesta de soberanía que se vivieron en los
aciagos días de enero de 1964, en donde 22 panameños perdieron la
vida por sus propósitos de reafirmación de la identidad nacional y
en donde se registró un total de 500 heridos, queremos aplaudir y
destacar en este escrito: ese clamor y gritos de impotencia de los
ciudadanos comunes que se dieron cita en la “cinta costera” el grado de
valentía para decir basta ya, denunciar uno de los grandes males que
han azotado a el País y nuestro deseo de tener un patria en que nuestros hijos
puedan expresar con orgullo: “soy
panameño”.