LA PATRIA EN LA LÍRICA ISTMEÑA
Por: Eliécer Vásquez Quezada
Tradicionalmente, en el mes de noviembre, he ocupado importantes espacios nacionales e internacionales, para presentar el Recital Poético Musical; “La Patria en la Lírica Istmeña”, una velada cultural de exquisita sensibilidad literaria y delicada inspiración que intenta influir en las emociones más profundas del ser humano, del corazón y el amor a la patria.
Tradicionalmente, en el mes de noviembre, he ocupado importantes espacios nacionales e internacionales, para presentar el Recital Poético Musical; “La Patria en la Lírica Istmeña”, una velada cultural de exquisita sensibilidad literaria y delicada inspiración que intenta influir en las emociones más profundas del ser humano, del corazón y el amor a la patria.
Mi último trabajo recitalistico como declamador, fue en algunos países de Oriente,(Japón)
Medio Oriente,(Israel) Europa, América Latina (México, Colombia, Venezuela,
Bolivia) y el Caribe, (Cuba), después de estas
emocionantes giras artísticas, llego a mi patria natal, para descubrir
nuevamente para mis conciudadanos, los palacios inmensos de la poesía
patriótica, en donde se encuentran los tesoros literarios producidos para hacer
vibrar las fibras más sensitivas de nuestro ser, del corazón y del amor a la
tierra que nos vio nacer.
Ha sido sencillamente mi afán, el de mantener,
solidarizar y engrandecer aquel viril amor a la patria que, inextinguible,
viene desde un ayer que nos parece lejano a enaltecer y vigorizar el
sentimiento afectivo hacia nuestro hermoso y singular terruño.
Este tipo
de tertulia poética, me ha permitido estar muy cerca de mi patria y mantener
reflexiones profundas en torno a ella, en todos sus males, en todas sus
virtudes y en su libertad, en los intereses supremos de la Patria, en el
esfuerzo creador que debe hacer el colectivo de un país en función de su
responsabilidad social y cívica, y el respeto que se debe inculcar ante los
símbolos sagrados de la nación.
Cuando transito por la
lírica Istmeña, me siento justificado, me parece estar cumpliendo por lo menos
con mi destino de poeta, más allá de adonde mi voz pueda llegar, creo que es mi
derecho a expresarle a la gente aquello que a veces no quiere escuchar, a no
dejar que le maten el amor por lo más sublime.
Agradezco
a todos y todas los que año tras año han atendido esta cordial
invitación, siendo testigo ocular y auditivo de este
maravilloso arte, escuchar mi
voz y la extraordinaria participación de
mis artistas invitados,
Gracias, mil gracias a todos por
apoyarme a darle sólida base al sentimiento de la nacionalidad para que vibren con el sonido y
significado de las palabras, acentuando con el gesto, la mímica y el movimiento
aquellos versos o palabras que destacaron el sentimiento y la emoción contenida
en cada uno de los poemas que les ofrecí en busca de perforar la conciencia del hombre y proponer
la valorización de sus acciones.