Comentario No. 6
Los Héroes no yacen en la tumba.
Por: Licdo Elieécer Vásquez Q.
Loor a los mártires de enero.
Los Héroes no yacen en la tumba.
Por: Licdo Elieécer Vásquez Q.
El 9 de enero de 1964, es una fecha clásica en el
importante rol de la nacionalidad panameña. Ese día, marcó el principio
del fin de una época de humillaciones y de coacciones morales. fue un acto
de reafirmación de nuestra soberanía y siembra de semillas para
el ulterior recobro de todo nuestro territorio. A mi juicio, lo más importante que debe ser
recordado; es que el conjunto de la sociedad panameña se hizo solidaria
con nuestros mártires, sin exclusiones de ningún tipo. Sus pronunciamientos abrogacionístas
sobre un tratado lesivo a la dignidad nacional fue la bandera que ondearía
hasta conseguir nuestra plena y total soberanía sobre el territorio
usurpado por los Estados Unidos.
Sin lugar a dudas, los logros han
sido notorios, pero en el camino de la regeneración siempre se ha
tropezado con el espíritu norteamericano de dejar constancia en la norma
contractual de algún ripio intervencionista. Para nadie es un secreto, que
en el Tratado de Neutralidad vigente, los Torrijos–Carter, con sus
enmiendas, está maquillado el viejo y anti histórico principio de
intervención. Es la triste realidad que sigue vigente y
que dio base al presidente Bush, padre, para ordenar la criminal invasión
de 1989.
Las enmiendas del Tratado de
Neutralidad constituyen una afrenta al 9 de enero de 1964, sin embargo,
debemos verlo como un gran desafío para desempolvar el mensaje de los
mártires y darle vida como ideal nacional al empeño de perfeccionar nuestra
independencia y dejar sentado una vez más que; nuestros héroes, “no yacen
en las tumbas, remueven la conciencia de los pueblos”
Los mártires de enero, de 1964 ante
cuya memoria expreso mi reverencia, hoy nueve de enero del 2013, son
brújulas de nuestra identidad, nos dejaron un legado perdurable por lo que
hubo en el de sacrificios, dolor, consternación, heroísmo y lágrimas, pero
también es día de gloria porque se trata de uno de los
acontecimientos históricos en que el viejo clamor reivindicador y soberano
se purificó con la sangre de nuestros estudiantes. Es un mensaje cívico
y purificador de una generación que puso fin a un pasado de
ignominias sobre un ejemplo y mandato indeclinable.
Loor a los mártires de enero.