NOBLE E INMACULADO CORAZON. A propósito del día de la madre.

NOBLE E INMACULADO CORAZON.

A propósito del día de la madre.

Por: Eliécer Vásquez Q.

In memorian de mi Madre, Amanda de Vásquez  (q.e.p.d.)

Con estas pinceladas que recoge mi memoria, y en un día tan especial, deseo rendir póstumo homenaje al ser  humano más  increíble y extraordinario que existe sobre la faz de la tierra, deseo introducir mi pluma suavemente en el infinito manantial del amor de madre en homenaje a la memoria de mi mamá, Amanda de Vásquez,  (q.e.p.d.) una persona que era capaz de entregar hasta su propia vida con tal de no vernos sufrir, ese ángel que ahora  nos cuida  y nos protege desde otras dimensiones y vela por nuestro bienestar permanentemente,  escudo indestructible de amor que crece sobre pilares de excelsitud, calidad de sentimiento, bondad y ternura.

Bendita luz que ilumina nuestro camino, voz de aliento y callado soporte espiritual, grandeza de alma, no había mejor  lugar que  el regazo  de mi madre, para calmar la tristeza, ni mejores palabras de aliento para reponerme de un mal momento, ni mejores caricias y besos  para sentirme amado, ella era el ser más maravilloso  del mundo  y gracias a Dios formó parte integral de mi existencia.

Tu sangre todavía pulsa por mis venas madre adorada, mujer única e incomparable que llevas en tu alma parte de la vida de tus hijos, madre sin fin, portadora  de férreas esperanzas, abono de mis blancas alegrías  la más bella palabra en mis temblorosos labios  y la llamada más dulce madre mía.

  

 No tiene el Universo estrella más radiante que la tuya ni el basto Océano perla más protegida en su cofre, tú noble e inmaculado corazón fue el  más grande capital del sentimiento   con el cual  pude contar siempre, en todo momento y con plena seguridad.

Permíteme expresarte después de tu inesperada partida, todo mi amor,   mi más  fino y profundo afecto y  reiterarte mi  más sincero respeto  y sublime  admiración.

Dios te tenga en la gloria.