viernes, 24 de abril de 2015

TE HE DADO MI ALMA Y CON ELLA MI VIDA ENTERA

         
 TE HE DADO MI ALMA Y CON ELLA MI VIDA ENTERA
A  mi Esposa Edilma.





 Hubo una ocasión en mi vida, en que  a temprana edad renuncie al amor hasta que apareciste  tú, y con tu  hermosa, tierna, virgen e inmaculada imagen  me volví a  ilusionar. Hoy me siento plenamente feliz de ser tu compañero porque en el transcurrir  de estos 32 años  de convivencia he comprobado  que eres mi complemento ideal. Contigo aprendí a valorar la vida, a quererte, amarte, honrar a la familia, y cada vez que pienso en nuestro futuro, las más  bellas ilusiones se dibujan en mi  corazón, eres la musa de mi inspiración y serás mi amor eterno, como dice la canción.
A mi mediana  edad,  he sido testigo fiel de que; Amar y sufrir,  es a la larga, la única forma de vivir con plenitud y dignidad,  por eso, este capítulo de mi vida es dedicado   a mi bella esposa porque   me ha demostrado que nos unió un sentimiento por el que valió la pena luchar, por el que vale la pena vivir y continuar sin temores hacia adelante.
Fuiste mi amiga, novia, esposa y amante y siempre serás mi compañera;  la que me entregó su amor sin condiciones, un profundo y sublime recorrido de sentimientos que no terminará jamás y que nos dejó como obsequio de Dios;  a nuestra maravillosa hija Waleska y a mi adorado hijo Eliécer Isaac.
En mi vida, fuiste la mujer que se envistió con todas las propiedades telúricas, la que depara los mismos gozos que los frutos terrestres, el mismo dinamismo que sufre todas las mutaciones del mundo natural, fuiste  asfalto, fuga y quiebra del oleaje, el sol te circunda y alternativamente te hace pasar de la luz a mi Universo.
Tu cuerpo, pleno de colinas y bahías, como la geología; tus ojos contienen el océano y tu sonrisa es de agua y de humedades nocturnas en donde mis raíces se ramifican invasoras. Posees la fuerza de la espiga, la vastedad de las palmeras, cuerpo de erizo, brazos de enredadera, manos suaves como las uvas, boca de ciruela, regazo de flor, eres amapola, Jacinto, rosa perfume…
Tú epidermis   se vuelve lácteo, pisciforme, te conviertes en caracola, en mariposa, en abeja, en livelula.
Edilma, hoy es una fecha con lluvia de tu tiempo y la tinta te descubre más haya de tu ternura, gracias por convertirte en lo más arraigado, lo más sentido, amado y querido por mí, recibe amada mía, mis siempre minuciosos, tiernos  y profundos besos en el  día de tu Onomástico.
Estoy convencido que, una mujer como  tú, es un regalo que me concedió  Dios,  con tus  actos me hiciste  comprender que jamás habrá alguien tan  especial , por eso te he dado mi alma y con ella mi vida entera porque no deseo otra cosa que  envejecer a tu lado amparado en los brazos del señor Jesús.
Tú lograste que mi hogar fuera tan grande como un Campo sin cielo y estoy seguro que  cuando pasemos a otra vida, aún serás mía, todo esto que ahora vemos no es sino la infancia de la eternidad y   si he de volver a nacer, te  elegiría  cien veces más como mi esposa.