miércoles, 22 de enero de 2014

Pacto de Amor Eterno

Pacto de amor eterno
(En ocasión del Matrimonio de mi hija Waleska)
Panamá, 1o  de agosto del 2015.

Amada hija:    hace sólo algunos meses, que,   emocionada me  expresaste tus planes de casarte.  Entonces me percaté   que habías crecido, y en un  abrir y cerrar de ojos, aparecieron las imágenes de  cuando tuve la dicha de mirarte por primera vez y la primera vez  que sostuve tu tierno y frágil cuerpecito entre mis  brazos.
Mi “bebe”, mi niña, ya eres toda  una mujercita, pero sigues siendo la niña de mis ojos, mi niña adorada.
Waly,  quiero que sepas, que  trate de entregarte lo mejor de mí,  inculcándote;   valores humanos, principios éticos y morales, hábitos y conceptos propios de un hogar estable  y de una relación  conyugal responsable.
Recuerda hija mía,  que el matrimonio es un “pacto de amor eterno”. Un compromiso trascendental y divino hacia el crecimiento. Un evento maravilloso e inolvidable de inmensa y profunda Alegría, pero,  también ten presente, que el  “Matrimonio”, no es solamente un acto  romántico, es una decisión  seria,  uno de los retos más difíciles de la vida,   en donde  rosa el dolor y el miedo,  en momentos en  que el mundo parece tornarse frío y la vida  incierta.
En fin, el matrimonio es y seguirá siendo el viaje de descubrimiento más importante y, fascinante que hoy has emprendido.
Por eso, al  transcurrir de  los años, esfuérzate por mantener ese nido de amor: intacto, juntos,  pase lo que pase, juntos siempre, y siempre en el mismo lecho. 
Considera las fechas importantes; reúnete  siempre con tu familia,    nunca olvides  que todavía cuantas con tu padre y con tu madre,  y sobre todo con el inconmensurable amor de nuestro Señor Jesús Cristo.
Querida hija;  le doy gracias a nuestro padre celestial por haber hecho realidad  uno de tus más grandes anhelos y le ruego a Dios que te de sabiduría para guiar  el hogar que te has   propuesto construir.
En verdad, no tengo palabras para describir lo que siento  como padre,  al ver consumado un matrimonio que habíamos esperado con muchas expectativas; sellado hoy por la bendición de las leyes civiles,   más adelante proclamado por los ángeles y  sin lugar a dudas,  ratificado por Jesús.
 Le imploro a Dios, que llene tu camino de bendiciones;  Que te proteja de todo peligro  y  de toda maldad y te permita  la dicha de estar con “el gordo”,  por el resto de sus vidas.
Hija de mi alma, te amo, te amo tanto, que  Si sumaras todas las estrellas del cielo, todos los granitos de arena en el  vasto océano y  todas las flores en el mundo,  tendrías una idea de cuánto te amo.
Te  auguro un porvenir pleno de felicidad, sereno y luminoso. Que esa pasión, amor y respeto que sientes  por   Giovanny los una para siempre.

Que Dios los bendiga.



Te quiere mucho Papá.







martes, 21 de enero de 2014

DOS CORAZONES EN UN MISMO ATAUD


DOS CORAZONES EN UN MISMO ATAÚD
Por. Eliécer Vásquez Q.
Como homenaje Póstumo a René Martínez (Abycin)
(Q.E.P.D. 18 de enero de 2014)





Alguna vez escuché, “que la muerte no nos roba a los seres amados”. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo.
René (cineasta encumbrado a pesar de su edad)  realizó una jornada corta, en esta corta vida, pero fue una jornada bien empleada que produjo un dulce sueño y una dulce muerte.
Por medio de su “Lente” prefirió el reflejo de la vida a la vida misma. Se inclinó por el cine desde  edad temprana, para apreciar  la vida a través de otra óptica;  con una cámara, el corazón de un Poeta y el lenguaje de los sueños, allí no existe  final, ni principio, sólo infinita pasión por la vida.

René, tú sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd; La muerte que fue una vida vivida y la vida que fue una muerte  en donde palidecen todas las bellezas; injusta, que maldita la muerte, que cruel, “qué cabrona la muerte que no nos mata a nosotros sino a los seres que amamos”.
La muerte como ocaso del tiempo, la pálida muerte que causa pavor a quien no supo llenar el tiempo que le fue dado vivir, así, y entonces y después, y ahora, la muerte se paga viviendo.

La mayor parte de la vida es trágica; naces y no sabes por qué, estás aquí y no sabes por qué. Te vas, te mueres. Tu familia muere. Tus amigos mueren. La gente sufre.  La gente muere, nuestros hijos mueren.Morimos tantas veces en la vida; cuando mueren los hijos antes que nosotros…
Lo cierto es que; En cada muerte reiniciamos  la soleada isla de la vida, comenzamos a vivir y asumimos nuestra propia soledad.

Si podemos recordarte,  con todas tus ternuras purificadas, siempre estarás con nosotros, así, la vida que viviste será más solemne, más importante,  Más fecunda y trascendental para tus nobles amigos, y  el principio inmortal se conservará sano y salvo.

Mi más sentido pésame a mi eterno amigo, Abby  Martínes y a mi entrañable amiga Lila.
¡Enjuga tu llanto y no llores si lo amas!
Dios los Bendiga.